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Sunomono (pepino aliñao)

Sunomono (pepino aliñao)

Fresquito, rápido, fácil y japo

Aprende a hacer platos de verduras y hortalizas crudas con una salsita brutal, que se tarda ná y menos.

Ingredientes

  • Para la salsa sanbaizu

Ingredientes

Ajustar raciones:
1 pepino pepino holandés, inglés, de encurtir o mini
unos puñaos Sal usaremos sal un poco a ojo
10 g algas wakame más o menos
1 cucharadita semillas de sésamo tostadas o crudas
Para la salsa sanbaizu
1/2 cucharadita azúcar o mirin
una pizca Sal
2 cucharadas vinagre de arroz
1 cucharada salsa de soja puedes poner más al gusto

Instrucciones

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Hoy vamos a enseñarte cómo hacer platos de verduras crudas aliñadas con una salsita rápida y riconuda.

El sunomono (酢の物) es un plato de pepino crudo con salsa sanbaizu (三杯酢). “Sunomono” significa algo así como “cosas con vinagre”. Aunque te lo encontrarás en muchos sitios como “ensalada”, en realidad es un plato de verdura en sí (pequeño, porque es complementario). Es como si te pusieran unas berenjenas de Almagro y te dijeran que es una ensalada. Pos mira, no. El sunomono hecho con pepino y algas wakame es el más popular y “por defecto”, por eso cuando dices sunomono te refieres a este (su nombre completo es Kyuri no sunomono oきゅうりの酢の物 具) . Pero hay más sunomonos, porque están dentro de la categoría de platos llamados “namasu” (膾), que son “cosas crudas con vinagre” (antiguamente se llamaba namasu al sashimi).

El caso es que para hacer un sunomono hay que poner verduras u hortalizas crudas, que como están crudas, pues mejor las cortamos finitas en tiras, en lonchitas, con un espiralizador, con un sacapuntas de verduras o con lo que te salga de ahí. Y eso lo regamos con una salsa que se llama sanbaizu, que lleva azúcar, sal, vinagre y salsa de soja. Y lo mezclas y te lo comes. Básicamente.

Para hacer un sunomono guay necesitarás pepinos de los largos, japoneses u holandeses, que para probar te sirve con 1, o pepinos de encurtir, o pepinos snack, que también quedan muy genial porque son más dulcecitos.
Si solo tienes pepinos “normales”, pues también puede valer. Córtalos por la mitad a lo largo y quita las semillas del centro (con una cucharita por ejemplo) porque si no en lugar de quedar crujientes quedan medio deshechos (la parte del centro es la que se deshace). Después ya puedes cortar tu pepino en lonchitas.
Puedes pelarlo entero, pelarlo a rayas, no pelarlo, eso da igual. Lo que tienes que hacer siempre es quitar la parte de arriba y la de abajo, que son las que más amargan.

La salsa no tiene ningún misterio, y de hecho la puedes hacer como te guste, porque no hay unas proporciones concretas estándar que seguir a rajatabla. Lo que sí es imprescindible es que sepa agridulce-salado, de ahí que se añada sal, azúcar y salsa de soja. Si tienes, puedes usar mirin en lugar de azúcar (porque ya es dulce), sirope de arroz o alguna cosa de esas. El vinagre de arroz es importante aquí porque no, no sabe como el de manzana, vino o cualquiera de los que venden por aquí. PERO. Si lo que estás haciendo es leerte la receta a ver si te da ideas, ponle el vinagre que te guste (si no te gusta el de arroz o te es imposible conseguirlo, aunque lo venden en casi todos los supermercados).

 Antiguamente sí había unas proporciones fijas para la salsa. “Sanbaizu” significa “3 tazas” (más o menos) porque se medían todos los ingredientes con una tacita japonesa de té de esas chiquitillas y se añadía una tacita de mirin, una de vinagre de arroz y una de salsa de soja. Si usas solo vinagre y salsa de soja, sería “nihaizu” (2 tazas) (aunque actualmente se usa en proporción 3 vinagre 2 salsa de soja).

Como los pepinos tienden a soltar mucha agua si los dejas ahí cortados, pues vamos a aprovechar, sacarles un poco el amargor y todo eso. Este es el paso más largo: esperar media hora. O así, ¿eh? que si lo dejas 1 hora o más tampoco pasa nada.

Las algas que se suelen poner son wakame, y en pequeña cantidad (recuerda: demasiado yodo). Si estás probando y experimentando y tal, prueba con alga codium o alguna otra, que fijo que te gusta también. ¿Se puede hacer sin algas? Por supuesto. No echarás nada de menos aunque las algas sepan “a mar” porque son más como trocillos de complemento que para dar sabor.

Y como colofón, el sésamo tostado. Aquí en SinReceta no compramos sésamo tostado, lo hacemos nosotros en casa. Compramos un paquete bien grande de semillas de sésamo blancas (crudas) y las tostamos en la sartén. Cuando se enfrían, a un bote bien cerrado y a la nevera. Así conservan mucho más y mejor su aroma. El sésamo tostado sabe genial, como el aceite de sésamo, es crujiente (más fácil de masticar y digerir) y te sirve para mil cosas más. Se tardan 5 minutos en hacer una buena cantidad, así que no te lo pienses.

¡Ah! Si te pierdes en las instrucciones (difícil sería), echa un ojo al vídeo que hemos hecho:

(Si no lo ves, está en nuestro canal de Youtube y en Instagram).

Si lo haces y te mola, puedes repetirlo con otras hortalizas o verduras crudas. Por ejemplo queda muy guay con zanahoria, rábano daikon, raíz de loto, brotes de soja o de mungo (o de lentejas o lo que quieras), setas shiitake, gírgolas (las setas planas “normales” de todas las verdulerías), brotes de bambú, cebolla o cebolleta… además te ahorras lo de dejarlo en sal y agua porque solo aplica para pepinos (y berenjenas, pero antes de cocinarlas).

Y como siempre, el resto de la receta, más abajo:

Pasos

1
Listo
5 min

Preparar el pepino

Lava tu pepino, quítale las puntas de los extremos y si quieres, pélalo entero o a rayas.
Córtalo en lonchitas finas a mano o con una mandolina, a tu gusto. Si no sabes cómo te va a gustar, hazlas casi como un folio de finas.

2
Listo
30 min

Dejar cosas en remojo

Ve poniendo las lonchitas de pepino en un bol, espolvoreando con sal. Como si hicieras una lasaña, pero solo de pepino y sal. Por capas, vamos.
Cuando termines, añade agua suficiente para cubrirlo y déjalo por ahí donde no moleste, que tiene que reposar media hora.

Pon en otro bol o recipiente las algas con bien de agua y déjalas también en remojo para que se hidraten y se ablanden. También donde no molesten.

3
Listo
5 minutos

Tostar sésamo

Esto lo puedes hacer mientras dejas en remojo el pepino y las algas.
Pon una sartén a fuego fuerte y cuando se caliente un poco echa una capa de semillas de sésamo blancas crudas. No hagas un montón ni llenes la sartén porque si no será difícil que todas se tuesten.
Revísalo cada minuto o así. Muévelo y cuando veas que empiezan a coger color algunas semillas, remuévelas de vez en cuando. Puedes bajar un poco el fuego si ves que algunas ya tienen color Julio Iglesias.
Cuando todas (o casi todas) las semillas estén doraditas y huelan estupendamente, retira la sartén del fuego y deja que se enfríen.
Cuando estén frías del todo pásalas a un bote con tapa que cierre bien y guárdalas en la nevera. Así evitamos que pierdan aroma y que se enrancien.

4
Listo
1 min

Hacer la salsa

También mientras reposa el pepino puedes ir haciendo la salsita.
Para ello solo tienes que mezclar todos los ingredientes de la salsa y removerlos (o agitarlos si lo has puesto en una botellita o en un tupper pequeñín). Que se diluya bien la sal y el azúcar con todo.

5
Listo
5 min

Escurrir cosas

Escurre el pepino y las algas desechando todo el agua.
Coge puñados de pepino en lonchas y apretújalos con la mano super bien, que tenemos que quitarles todo el agua posible. Sin miedo, ¿eh? Luego quedarán crujientes.
Ve dejando los puñados escurridos en un bol, tupper o lo que sea, que tendremos que mezclarlos con cosas.
Haz lo mismo con las algas y ponlas en el bol del pepino. Si tus algas son en tamaño grande (como las nuestras), córtalas en trozos más pequeños con las manos (cuidao, que escurren), con unas tijeras o con un cuchillo (sobre una tabla).

6
Listo
2 min

Hacer el plato

Echa la salsa en los pepinos y algas y remuévelo bien. Si tienes las manos limpias, hazlo a mano.
Ahora añade las semillas de sésamo y mezcla muy bien. También con la mano si las tienes limpias, si no pues con una cuchara mismamente.
Ya se puede servir. Sí, en serio, ya está.
Sirve un bol pequeñito para cada persona. No es un plato único ni una ensalada, es un plato complementario para tus comidas.

7
Listo

¿Y se puede guardar?

Claro :)
Aunque lo suyo es servirlo en el momento o pocas horas después de hacer la mezcla (porque son verduras crudas aliñadas con salsa, no un encurtido), puedes guardar lo que te sobre en un recipiente bien cerrado en la nevera. Antes de servirlo agítalo bien. Sabrá un poquito diferente y es posible que, aunque lo hayamos remojado y estrujado, suelte aún un poquito más de agua. Pero no pasa nada, si lo pruebas y te sabe un poco soso, añade un poquito más de salsa de soja y/o vinagre de arroz y listo.
Cómetelo antes de 4 días, que se puede poner malo (y el sabor cambia).

Virginia García

La que parte el tofu.

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