Qué es el tahini y para qué lo quiero

El tahini o tahina es una pasta-crema hecha con semillas de sésamo molidas. Igual que la mantequilla de cacahuete, pero con sésamo. Así de sencillo.
No es un invento moderno ni nada de eso, se lleva haciendo unos miles de años en regiones del Mediterráneo y Oriente Medio. Total, es tan sencillo que como para no hacerlo.
Se usa un montón en las cocinas de estas regiones y no solo como salsa, también como ingrediente para postres, sopas y cremas, en ensaladas, como acompañamiento, como untable…
¿A qué sabe?
El tahini sabe a sésamo, como a pipas pero más suave, aunque depende de si es tahini blanco o marrón oscuro.
El tahini blanco es el que se hace triturando las semillas de sésamo blancas crudas, y el marrón oscuro con semillas de sésamo blancas pero recién tostadas, que quedan más aromáticas. El marrón oscuro suele ser más pastosito y de sabor más concentrado, mientras que el blanco es más líquido.
Puedes probar una cucharadita de cualquiera de ellos si no lo has hecho nunca, se te quedará pegado al paladar 😛

¿Para qué quiero comer eso?
La gracia del tahini es que el sésamo es un alimento muy rico en calcio, pero comer sésamo a cucharadas no es muy buena idea, hay que masticarlas muy bien todas o si no salen igual que entran (ejem), pero con el tahini trituramos una cantidad enorme de sésamo y lo podemos tomar directamente, beneficiándonos no solo de su sabor si no de su contenido de calcio, así que úsalo sin miedo en todo lo que te apetezca.
¿Dónde lo consigo?
Pues la verdad es que tenemos la suerte de que muchos supermercados se han puesto las pilas y ya lo venden en botes. También puedes encontrar tahini en tiendas veganas, herbolarios, tiendas de dietética y tiendas de alimentación africana y asiática.
¿Y si no encuentro?
Pues hazlo tú. Cómprate un paquete bien grande de semillas de sésamo (suelen tener en tiendas hindús y asiáticas) y usa una batidora de vaso. Solo tienes que poner las semillas en la batidora (pon bastantes, mínimo media taza) y batir unos minutos. Primero se harán polvito, luego una pasta grumosa y finalmente la salsita cremosa que buscamos. Si quieres acelerar el proceso puedes ponerle una pizca (1 cucharada) de aceite de oliva.
No lo intentes con una batidora de brazo salvo que te apetezca frustrarte (y llenar la cocina de semillas).

¿Cómo lo guardo?
El tahini no necesita refrigeración salvo que haga mucho calor. En invierno lo puedes dejar fuera de la nevera, pero si hace más de 18ºC es mejor refrigerarlo porque las grasas del tahini se enrancian y después sabe fatal… a rancio.
El problema de refrigerarlo es que se separa: se queda el aceite arriba y toda la pasta abajo, pero no es problema si tienes un poquito de paciencia, solo hay que removerlo enérgicamente unos minutos para usarlo.
Lo de que se quede un pegote abajo también pasa cuando lo dejas fuera, así que siempre que vayas a usarlo, mete la cuchara hasta el fondo y remueve bien.
¿Cuánto me dura?
Meses. No tengas miedo de comprar un bote grande porque es difícil que se te ponga malo siempre que lo cierres después de usarlo y lo guardes en un lugar fresco y seco. También te puede durar menos si lo usas mucho, claro.
¿Cómo lo uso?
En el hummus
Es el uso más básico y conocido del tahini. Para hacer un buen hummus necesitas tahini, es imprescindible para el sabor y la textura. Puedes usar tahini blanco o tostado, el que quieras, aunque en la mayoría de regiones de donde es originario se usa el tahini blanco.
Como salsa o aliño
¿Quieres que tus ensaladas, wraps, rollitos y sándwiches suban de nivel? Ponles tahini. Nada de mayonesa ni guarradas, una cucharada de tahini o un aliño hecho con tahini. No solo da más sabor, también cremosidad.
Como crema para untar
¿Te has cansado de la mantequilla de cacahuete? Prueba con el tahini.
Aunque no tiene la misma textura (sobre todo el blanco), sí que puedes untarlo en un buen pan integral y comértelo tal cual o ponerle cosas por encima, saladas o dulces, da igual porque queda bueno de todas formas.
Prueba con una tosta integral con tahini, tomate rallado y sal. Sí, así de simple. Tú pruébalo y verás cómo se te abren nuevos horizontes.
Como ingrediente para salsas contundentes
Cuando hagas un potaje, un curry o una salsa de yogur, ponle un buen cucharón de tahini. Menuda cremosidad, qué saborcito y qué bueno.
También te vale como salsa para patatas cocidas, al vapor o asadas, verduras asadas en general, platos de pasta (sí, flipas de lo buena que queda) y ensaladas con legumbres.
¿Tú también te comes el tahini a cucharadas? 😛
Primera vez por aquí. Habrá segunda, tercera, cuarta, etc. 🤩
Bienvenida, Gabriela!