Hinojo: el bulbo con matojo

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El hinojo es una planta más mediterránea que la pizza de jamón, aunque crece por toda Europa, Asia, África y América, sobre todo por las zonas cercanas a las costas y en las que haga calorcillo.
Si vives cerca del mar seguro que lo has visto mil veces hasta por los arcenes, porque lo que es la planta se hace enorme, y son como palos verdes con unas hojas rarísimas que son como hilos y flores amarillas en ramos planos, con forma de paraguas (por eso son umbelíferas).
Este es un hinojo jovencísimo.
Embed from Getty ImagesY cuando crece se hace enorme (hemos visto plantas de hasta 2 metros) y le salen flores. Si intentas arrancar un hinojo de este tamaño igual te caes de culo y la planta ni se habrá movido (comprobado). Así que lo mejor es comprarlo en la verdulería o en el mercado cuando esté de temporada, que es de finales de otoño a finales de invierno (más o menos).
Sí, se parece un montón también al eneldo, pero huele y sabe totalmente diferente.
¿Qué es el hinojo que venden?
Es la parte inferior de la planta, desde los tallos que asoman hasta las raicillas finitas. Pues todo lo que hay enmedio, que es un extraño bulbo blanquito con tallos, que parece como una mano, con capas como una mazorca de maíz, pero tiernecito, y que huele a anís porque contiene mucho anetol.

El hinojo mola un montón. No solo porque es bonito y huele genial, es que se puede usar de muchas formas, tanto el bulbo como las otras partes que trae. Además se puede comer crudo o cocinado, como más te guste.
¿Dónde se compra eso?
En fruterías-verdulerías, mercadillos, mercados y supermercados. En supermercados suele ser caro porque lo tratan como algo “especial” y hasta “gourmet”, como las chirivías, que las compramos a 2€ el kg en la frutería pero en el carrefour te venden 2 unidades en una bandeja y con film por 2,50€. SHAME ON YOU.
De verdad que el hinojo no es nada especial, es super tradicional, tanto como las acelgas o los nabos, que no se flipen con los precios. En España se cultiva mucho también por su semilla, que se utiliza como especia en la cocina mediterránea (y en la asiática y otras). Puedes encontrar semillas de hinojo en botecillos igual que las de comino y todo eso.
Elige bulbos que veas prietos y frescos, que no tengan golpes, manchas oscuras, partes pochas, etc. La forma da un poco igual porque puede salir larguirucha, achatada, redondeada… pero sigue siendo un buen hinojo.
¿Qué hago con ello?
Lo primero, guardarlo. Puedes tenerlo a temperatura ambiente si no hace mucho calor, o en la nevera. Una vez lo cortes, siempre mejor en la nevera.
Para usarlo, lávalo bien, escúrrelo y córtalo. ¿Cómo? Pues como una cebolla por ejemplo. Lo puedes cortar en vertical u horizontal, en trozos, en tiras, puedes picarlo finito para un sofrito… Si lo quieres comer crudo, en ensalada por ejemplo, córtalo fino, que queda más bueno.
Ásalo al horno entero o cortado por la mitad, que queda buenísimo. O hazlo en cremas, sopas y caldos.

Claro, esto se refiere al bulbo, pero el hinojo tiene más partes, ¿verdad?
Claro que sí, y verás qué fácil es encontrarles usos.

Separa los tallos verdes cortándolos del bulbo. Son más leñosos, son verdes y también huelen genial. ¿A que se parecen al apio y al puerro? Pues úsalos igual. Enteros, en tiras, picaditos… en lugar de dar sabor cebolloso, dan sabor dulzón y a anís, muy parecido también a la chirivía y al apionabo. A nosotros nos gusta cortarlos en lonchitas y usarlos en salteados, pero también quedan guay en cremas de verduras.

Las hojas son la parte más aromática de la planta. Como ves, se parece un montón al eneldo, pero sabe anisado.
Para aprovechar todo su potencial lo mejor es usarlas frescas para decorar platos, para platos fríos, encurtidos, ensaladas, etc., pero también quedarán genial en salteados (aunque se mustian, claro, con el calor). Puedes echar una ramita tal cual a una sopa o un guiso, o a un arroz. Puedes picarlas y mezclarlas con más ingredientes, o incluso deshidratarlas y guardarlas, aunque pierden bastante aroma.
¿Con qué queda bien?
Pues casi con todo. El hinojo es, en ese sentido, como la zanahoria, que la podemos usar tanto para dulces como para salados.
Hay combinaciones que te gustan, fijo:
- Hinojo + manzana
- Hinojo + uvas
- Hinojo + naranjas
- Hinojo + limón
- Hinojo + granada
- Hinojo + apio
- Hinojo + pepino
- Hinojo + col o repollo
El hinojo tiene compuestos aromáticos en común con las flores y las frutas, así que en general queda bien con todas.
Su sabor también se lleva bien con otras aromáticas como la albahaca, menta, eneldo o perejil, pero puedes usar las especias y hierbas que quieras según lo que estés cocinando.
¿Te puedes pillar un colocón con hinojo?
Nos encanta esta pregunta, y resolveremos esta duda a ti y a todas las personas que están con los porros de manzanilla y las tiras de plátano secadas en la repisa.
Hay especias que contienen psicoactivos. Ya te habrán hablado de la nuez moscada y la miristicina (“colocón natural tíiiiiooooo”), lo que no te han contado es que las zanahorias y el perejil también la contienen y no te vemos comer verduras como un/a descosido/a. Y tampoco te han dicho que, aunque fueses capaz de pillarte un colocón con nuez moscada, también te pasarán otras cosas como una cagalera brutal.
El hinojo contiene prácticamente nada, y sus semillas, algo más que nada de este tipo de compuestos, que en este caso sería el anetol. Tendrías que coger kilos de semillas, extraer el aceite esencial y bebértelo en buenas cantidades para tener, además de una experiencia lisérgica, efectos neurotóxicos, hepatotóxicos (del hígado, sí), ataques epilépticos… Vamos, que es estúpido. No lo hagas. Y de paso tampoco escuches al cuñao de turno que “sabe” todo lo que coloca.
Una receta para principiantes
Si con todas las ideas que te hemos dado no te atreves a usar el hinojo, no te preocupes, que te vamos a dar una receta de las nuestras: infalible, gocha y para principiantes.
Ensalada de hinojo con judías verdes
Ingredientes
- ½ hinojo fresco y hermoso
- 100 g judías verdes finas o redondas, es lo mismo
- 6 mazorquitas de maíz de esas encurtidas
- 50 g nueces vamos, un puñao
- zumo de limón al gusto
- aceite de oliva al gusto
- pimentón dulce al gusto
- sal yodada al gusto
Elaboración paso a paso
- Primero lava el hinojo y las judías verdes.
- Pon a hervir agua en un cazo o una cacerola (que no sea gigante, que son pocas judías) con un poquito de sal (un pellizquito).
- Mientras hierve el agua, corta las mazorquitas por la mitad a lo largo.Corta el hinojo en lonchitas en horizontal para que salgan en forma de arcos. No incluyas los tallos, solo la parte blanca.Quita los extremos de las judías verdes (si quieres) y córtalas por la mitad (si quieres).
- Cuando el agua esté hirviendo, echa todas las judías verdes. Remueve.Cuando pase 1 minuto y medio aprox, que las judías se ponen de color verde brillante, sácalas con una espumadera o similar y ponlas en un bol o un tupper con agua fría (del grifo sirve).A esto se le llama blanquear.Después escúrrelas bien, que no queremos judías verdes caldosas.
- Coge un par de platos o boles para hacer la ensalada, que va a ser muy fácil:Pones todos los ingredientes y los mezclas. Que cada uno/a se ponga el aceite, limón, sal y pimentón que quiera y listo.Arranca unos "pelos" (las hojas) del hinojo y ponlas por encima para más aroma.
Pues… gracias x la info, acabo de traerme un hinojo de la frutería y ahora ya tengo cómo empezar con él
Genial! 👍