Hacer caldo casero no es un rollo
Es fácil, pasas de ello y se hace solo. Encima aprovechas cosas que tengas por ahí por la nevera a punto de ponerse pochas.
Me da igual que haga calor o frío, yo hago caldo casero cuando me da la gana y después lo disfruto mu ricamente. ¿El secreto? Que no tienes que estar ahí mirándolo.
Mira qué cosas tienes por ahí que se puedan echar a un caldo y ponte ya con ello. Te vamos a dar además unos cuantos super trucos para que quede riconudo y no parezca agua con cosas.
Lo primero es tostar una cebolla
Así, hale, a palo seco. Coges una cebolla, la cortas por la mitad (o coges dos mitades que tengas por la nevera, busca bien, seguro que hay) y la pones a fuego fuerte en la olla o cacerola donde vayas a hacer el caldo. Sin aceite ni ná. Y dejas que se tueste.

Así más o menos, tostaditas. Te quedará tostadito también en la cacerola. El saborzaco que aporta esto es inigualable. Olvídate de las pastillas de caldo, que no se parecen ni en el blanco de los ojos.
Pues este es el secreto número uno de un caldo super sabroso. Fácil, ¿eh? Y se puede hacer también con zanahorias por ejemplo.
Venga, seguimos.
Echa de todo en la cacerola.
Bueno, de todo no, todo lo que da sabor a un caldo.

Hemos puesto la cebolla, un puerro, unos tallos de apio, unas zanahorias y unos tronchos de kale que se estaban poniendo feetes. Para cocinar kale se usan solo las hojas, pero ¡eh! los tallos sirven pa caldo, así que se guardan. También puedes guardar peladuras de zanahoria y cosas así para los caldos. Aquí no se tira ná.
Más cosas que puedes echar a tu caldo:
- Chirivías (son esas especie de zanahorias blancas super duras)
- Nabos
- Apionabo
- Calabaza
- Ajetes
- Cebolletas
- Chalotas
- Hinojo
- Pimientos
- Setas
- Champiñones
- Piel de limón o de naranja
En cuanto a cantidades, puedes echar lo que quieras, pero si aspiras a hacer un caldo super sabroso, para 2 litros puedes echar 1 cebolla, 1 puerro, 2 tallos de apio, 2 zanahorias y alguna cosita más.
Si quieres puedes cortar las verduras en trozos más pequeños y así sueltan saborcito más rápido. Yo las echo en trozos medianos para aprovecharlas después haciendo cremas, purés y patés, pero no hay problema en cortarlas más pequeñas y dejar que se cuezan unos minutos menos.
¡Ah! También puedes echar alguna especia o hierba, como laurel, romero, perejil, ¡lo que tengas por ahí! Yo he puesto 2 hojas de laurel.
Echa agua
¿Cuánta agua? Pues toda la que quepa. Tienes que usar una cacerola u olla que sea mínimo de 2,5 litros de capacidad, porque entre lo que ocupan las verduras y el agua, si es más pequeña te va a salir poco caldo.
Ponlo a fuego fuerte y cuando empiece a hervir, a fuego lento.
Y tápalo si no quieres que se te evapore el caldo.
Que hierva todo junto 45 minutos y listo. Puedes removerlo de vez en cuando, pero no es estrictamente necesario, por eso digo que se hace solo.
Presume de caldo

Para aprovechar bien el juguito de la cebolla al fondo lo he removido un poquito mientras se cocía. Y en esta foto ya le había dado un tiento al caldo.
Una olla enterita de caldo super sabroso. La envidia de las pastillas de caldo.
¿Y sabes qué es lo mejor? Que no te lo tienes que tomar todo de golpe, puedes guardarlo en la nevera en botellas (máximo 3 días), o bien…
Congela tu caldo
Ve repartiendo el caldo en tuppers de 250 ml o lo que tengas, pero que sea “tamaño individual” y al congelador.
El caldo congela estupendamente y después lo único que tienes que hacer es echar el bloque de caldo congelado a la cacerola o al microondas. Listo en pocos minutos.
De hecho si quieres puedes reducir el caldo (dejándolo más tiempo al fuego, destapado) y luego guardar parte de ello en cubiteras. Así cada vez que hagas una sopa, un guiso, un potaje y cosas así, solo tienes que echar unos cubitos. Se deshacen rápido. Es caldo casero. Es la repera.
Y como hace calor, lo que he hecho con el caldo que falta en la foto ha sido ponerlo en un bol y meter unos fideos de arroz de esos chinos finísimos, que no necesitan cocción, junto con kale, tofu, media lima, champiñones y algas wakame marinadas con salsa de soja.

Lo dejas reposar un rato y ya tienes sopa templadita que no hace que se te caigan los mocos.
¡Hale, hazte caldo ya mismo!

hola! el caldo es solo el agua con gusto? qué haces con la verdura que estaba en la olla?
Hola Greta!
Te vemos un poco perdida. Un caldo, por definición, es el “líquido resultante de la cocción de ingredientes, como verduras, aromáticos, carnes o una combinación de ellos.” (Larousse Cocina). A partir de un caldo se preparan sopas, salsas, guisos y otros platos. En el post enseñamos un ejemplo: una sopa rapidita y variada.
Las verduras, que estarán muy muy tiernas (si no deshaciéndose) tras el tiempo de cocción, se suelen aprovechar para hacer purés, cremas y salsas.
Un abrazo!