Mujeres que hicieron grandes cosas en cocina aunque no las conozcas

Hoy 8 de marzo vamos a hablar de 5 mujeres que han hecho cosas guays en la cocina pero que no son muy conocidas. No tienen estrellas michelín ni salen por la tele, pero todas ellas hicieron algo importante. Algunas sin saberlo, porque la fama sería póstuma. Por supuesto dedicamos este artículo a todas las mujeres anónimas que se han dejado la piel en la cocina aunque nadie hablará de ellas: nuestras madres, abuelas, bisabuelas, tatarabuelas…
Fannie Merrit Farmer (1857-1915): medidas en cocina

Fannie Farmer nació en Boston y se crió en una familia unitarista que creía firmemente en la educación para sus hijas, así que estudió hasta que a los 16 años sufrió una parálisis en la pierna izquierda, posiblemente por la polio, que hizo que pasase unos años en casa. A los 30 años empezó a trabajar de ayudante en casa de unos amigos de la familia, que la alentaron a que se apuntase a la Boston Cooking School para ser profesora de cocina, ya que se le daba muy bien. Y eso hizo, terminando el curso de dos años como una de las mejores estudiantes. Siguió trabajando en la escuela hasta que se convirtió en su directora en 1891.
Su primer libro de cocina, que era el libro de texto de la escuela, se publicó en 1896 y se ha seguido reimprimiendo un siglo después. Su libro era pionero, con explicaciones científicas de las recetas e insistiendo en la importancia de medir los ingredientes. Eso le ganó el apodo de “la madre de los niveles de medida”.
En 1902 abrió su propia escuela de cocina, Miss Farmer’s School of Cookery, más enfocada en la dietoterapia para personal sanitario y cocina saludable para público general.
Y sí, hizo muchas más cosas, ¡por supuesto! Puedes leer su biografía aquí.
Libros de Fannie Farmer que puedes leer online:
- The Boston cooking-school cook book (1896)
- Food and cookery for the sick and convalescent (1904)
- Catering for special occasions, with menus & recipes (1911)
- A new book of cookery (primera edición: 1912)
- Chafing dish possibilities (1914)
Lady Jang Gye-hyang (1598-1680): el primer libro de recetas escrito en Hangul

Jang Gye-hyang fue una mujer de la nobleza que estudió caligrafía hangul (el alfabeto coreano), escribió poesía, era pintora y escribió el primer libro de cocina coreana en hangul, alrededor del año 1670: Eumsik Dimibang (algo así como “Comprendiendo el sabor de la comida”). Casi toda su formación fue autodidacta, era una época en la que, aunque era más fácil para las mujeres nobles, aún no estaba tan extendida la educación para las mujeres en general.
Aunque ya había algunos otros libros de cocina por esa época, en realidad eran tratados sobre las propiedades medicinales de los alimentos. Así que ella creó el primero que contenía recetas e instrucciones para hacer 146 platos, entre los que había bebidas, dumplings, carnes, fideos, sopas, verduras… Y estaba muy bien redactado, se notaba que tenía un buen conocimiento de los proccesos culinarios.
Hoy en día se considera un libro imprescindible para estudiar la cocina tradicional coreana. Pero no te creas que fue un libro laureado en su época, no, la fama y el reconocimiento no le llegaron hasta el siglo XX. Hasta entonces, se la recordaba como “madre de siete eruditos, y ancestro del famoso escritor Yi Mun-yol”.
Puedes echar un vistazo a su obra en Google Arts and Culture
Malinda Russell (1819? – ?): primera autora afroamericana de un libro de cocina
Sabemos de su vida gracias a la pequeña autobiografía que escribió en su libro “A Domestic Cookbook” en el que cuenta que su madre era miembro de una de las primeras familias de esclavos liberadas por Mr. Noddie, de Virginia, y que por ley, su descendencia ya es libre.
A los 19 años iba a viajar a Liberia, pero le robaron y tuvo que parar en Lynchburg, Virginia, donde empezó a cocinar y donde también se casó y enviudó (su marido murió 4 años después).
Volvió a Tennessee, dirigió una casa de huéspedes y después una pastelería. Tras el asesinato de su hijo en 1864 se mudó a Michigan y escribió su famoso libro para ganar dinero y poder volver a Tennessee.
Es posible que no lo supiera, pero fue la primera persona afroamericana en publicar un libro de cocina.
Sus recetas reflejan su experiencia en cocina y repostería y están escritas para personas que tengan un mínimo de conocimientos (como por ejemplo la viscosidad de la masa de los bizcochos). La mayoría de ellas no son lo que se consideraría “soul food” si no más bien preparaciones delicadas, de influencia europea: nos da una idea de la visión de la cocina de las mujeres afroamericanas que ya no eran esclavas, si no mujeres libres, y que empezaban a cocinar más allá de la cocina tradicional de sus países de origen.
Echa un vistazo a su obra aquí.
Buwei Yang Chao (1889–1981): introdujo las palabras “pot sticker” y “stir fry”

Cuando en 1945 Buwei Yang Chao (ayudada por su hija Rulan y su marido, lingüistas, porque ella no tenía mucha fluidez en inglés) publicó su libro “How to cook and eat in chinese”, se encontró con que había un par de conceptos que no existían en la cocina occidental: los pot stickers, que serían las pastas chinas rellenas, como los wontons, y “stir fry”, que traducimos como “saltear”. Así que los introdujo, junto con las recetas que los explicaban.
Buwei Yang Chao nació en la provincia de Jiangsu en 1889. La enviaron a estudiar medicina a Tokyo y fue de las primeras personas en practicar la medicina occidental en China. Se casó con el lingüista Yuen Ren Chao y se mudaron a Cambridge, Massachusetts, en 1938. Aunque a Buwei hasta entonces no le había interesado la cocina, ya había amasado un buen repertorio de cocina china, así que lo recopiló en un libro que se convertiría en el primero que ofrecía auténticas recetas chinas para la población angloparlante de Estados Unidos.
Pues después de este libro escribió dos más: An Autobiography of a Chinese Woman: Put Into English By Her Husband Yuenren Chao y How to Order and Eat in Chinese to Get the Best Meal in a Chinese Restaurant.
Puedes leer su primer libro aquí.
Doña Ignacita (siglo XVIII)
No sabemos mucho de esta mujer. Se cree que podría haber sido la jefa de cocina de una familia adinerada, y su libro en realidad es un cuaderno de anotaciones muy bien escrito y explicado, con sus manchas de haber estado pululando por la cocina. No creo que esperase que siglos después estaríamos hablando de ella como la autora del libro de cocina mexicana más antiguo que se conoce.
Sabemos que lo terminó en 1789 porque así lo escribe ella misma en la portada: “se acabó el viernes dando las 8 de la noche, A.D. 1789”. Entre los platos que escribe hay de todo, tanto dulce como salado.
Dejo aquí el enlace al manuscrito original, y recomiendo leerlo con tranquilidad, ya que está escrito a mano, muchas páginas están destrozadas y puede ser difícil de entender. No he encontrado ninguna transcripción, pero si conoces alguna, cuéntanos y la incluimos.