¿Qué hago con una lata de leche de coco?

Cuando decimos “leche de coco” nos referimos a las latas de leche de coco que podrás encontrar en un montón de sitios, desde supermercados a tiendas asiáticas. Hay un montón de marcas, pero la diferencia entre las latas y la leche de coco de cartón es que ésta es “para beber”, muy aguadita y bien mezcladita, mientras que la de las latas es leche de coco pura.
¿Qué tienen dentro?
En las latas nos encontramos dos cosas: sólidos de la leche de coco (pues coco, sus grasas y esas cosas) y agua de coco. Si hace frío o la has tenido en la nevera, estarán separadas. Arriba los sólidos, abajo el agua. Lo que tiene más sabor es el agua de coco, y lo más cremoso son los sólidos.
Vamos que tenemos un dos en uno con las latas.
¿Hay diferencias entre unas y otras?
Hay diferencias entre latas y marcas, sí, algunas llevan más % de sólidos y otras menos, pero para los usos más fáciles esto nos va a dar un poco igual.
Hay dos tipos de personas: las que agitan la lata (para que se mezcle todo) y las que no. Aquí no la agitamos salvo que sea estrictamente necesario.
Y de hecho recomendamos dejar las latas en la nevera para que sea más fácil separar los sólidos del agua de coco.
Una vez abres la lata te encuentras con toda la parte cremosita sólida y la puedes sacar con una cuchara. Debajo, el agua de coco, que es super aromático y está genial para batidos, masas (por ejemplo masas de tortitas y cosas así), para añadir más sabor a coco a un curry, para hacer helados caseros (plátano congelado + agua de coco), etc.
La parte cremosita y sólida te sirve:
- como sustituto de la nata (también de la nata vegetal comercial)
- como leche o bebida vegetal
- como crema para espesar cualquier cosa (por ejemplo cremas de verduras)
- como ingrediente para currys, sopas, guisos y potajes
- para hacer yogures caseros
- para smoothies y batidos de frutas
- para hacer arroces super cremosos
- como nata vegetal para montar
Sí, lo de montar la nata de coco es real. Si te mola ponerle nata montada a las cosas, móntate tú una nata saludable y sin azúcar con los sólidos de la leche de coco. Aquí tienes un tutorial majísimo que te lo explica todo.
¿Dónde guardo mis latas de leche de coco?
En la despensa. Si lo que quieres es que se separen los sólidos del agua, déjalo en la nevera al menos un par de horas antes de usarlo. Puedes dejarlo más tiempo, mientras la lata esté cerrada no pasa nada, te aguanta ahí meses (mira la fecha de caducidad de todas formas por si acaso).
¿Cuáles son las mejores?
La verdad es que todas son muy parecidas, pero las mejores son las que más % de coco tienen. Y que sea solo leche de coco y nada más. Y que no sea desnatado. No son muchos requisitos.
Cuanto más porcentaje de coco tengan, más cremita. Y si solo lleva coco, y no azúcares ni espesantes ni nada de eso, pues mucho mejor, porque no le hacen ninguna falta.
La leche de coco “normal” o “full fat” está mucho más buena que la “light”, “desnatada” o “descremada”, además de tener más sólidos, ser más cremosita y más agradable.
Entonces yo ahora abro una lata y ¿qué puedo hacer?
- Aliño para cualquier ensalada.
Sí, sí, como aliño queda genial. Tanto si agitas la lata para que se mezcle todo como si coges solo los sólidos (o solo el agua de coco), la leche de coco queda genial en un montón de ensaladas, sobre todo las que llevan legumbres y/o frutas. Pruébalo añadiendo un par de cucharadas y mezclando bien. No es necesario añadir aceite de oliva. - Caldito rico para marinar tofu.
¿Quieres un tofu bien diferente? Marínalo con especias y leche de coco. Si quieres que tenga super sabor a coco, marínalo solo con el agua de coco. Si no, con todo junto, crema y líquido. ¡Verás qué cambio! - Espesante y saborizante para tus cremas de verduras.
Te haces una crema pues por ejemplo de calabaza y una vez batida le echas un buen chorro de leche de coco, preferiblemente los sólidos, que son más cremositos, y lo bates de nuevo con la batidora. ¡Chan! Pedazo de crema sedosa y con un toque muy muy sutil a coco. - Pa tus potajes.
Mira, mira: cuando te hagas un potaje de lentejas, garbanzos o judías, al momento de servirlo le pones una cucharada grandota de la crema de coco. Y remueves. Pruébalo, en serio, vas a flipar. - Para hacer currys.
No todos los currys llevan leche de coco, pero los que la llevan se hacen con la de lata, y quedan que flipas. También puedes echarla mientras haces cualquier potaje o guiso y “curryzarlo” (al menos en textura). - Para hacer sopas contundentes.
¿No has visto las sopas tailandesas con leche de coco? Pues son una pasada. Es como ramen pero cremosísimo, vamos, pa mojar pan. El truco está en no hacer una sopa super caldosa, si no con el agua justita y ponerle la leche de coco. Buah, menuda gochada. - Para ponerle salsita a tus verduras.
Te haces unas verduras al horno o a la plancha y piensas “jo, qué solitas están”. Pues nada abres una lata de coco, bates bien la crema con unas cuantas especias y sal y ya tienes una pedazo salsa de las que quitan el sentido. - Para gratinar cosas
Me han contado que hay por ahí gente a la que le gustan los macarrones al horno… bueno, pues cuando los tengas en la fuente, ponles por encima los sólidos de la leche de coco bien extendiditos, un poco de sal y un poco de levadura de cerveza desamargada. Ahora lo metes al horno y después verás qué nivelazo de plato. Es que nada que ver con tus macarrones resecaos por arriba.
Y de regalo, super receta

Coliflor tikka masala a la Sin Receta
Ingredientes
- ½ coliflor grandota
- aceite de oliva o de girasol para freír
Para la marinada
- 1 lata leche de coco (no eches todo el agua del coco, solo una pizquita; echa solo los sólidos)
- ¼ cucharadita sal
- el zumo de medio limón
- ¼ cucharadita garam masala
- ¼ cucharadita pimentón dulce
- ¼ cucharadita cilantro molido
- ¼ cucharadita cúrcuma
Para el plato
- 1 cucharada aceite de oliva
- 2 hojas laurel
- ½ cucharadita comino (semilla)
- ¼ cucharadita pimentón dulce
- ⅛ cucharadita asafétida (si no tienes pues omítelo y ya está)
- ¼ cucharadita jengibre
- ¼ cucharadita garam masala
- 2 tomates, picaditos valen los de lata
- ¼ cucharadita sal
Elaboración paso a paso
- Lo primero es lavar la coliflor muy bien y deshacerla en floretes pequeños-medianos. Sécalos con papel de cocina.
- Calienta abundante aceite para freír en una sartén o mejor en una cacerola, que necesitarás menos cantidad. Ponlo a fuego medio-alto, como para hacer unas croquetas.
- Fríe la coliflor en un par de tandas porque seguro que en una no te cabe todo.Que se dore bien doradita, ¿eh? nada de dejarla ahí amarillenta.
- Sácala a un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y después métela en un recipiente con tapa (un tupper de toda la vida, por ejemplo) y echa todos los ingredientes de la marinada. Ciérralo bien y agítalo un poco.Deja que se marine al menos 1 hora. Yo lo dejo toda la noche, de un día para otro.
Montar el plato
- Bueno, pues ahora viene lo mejor.Calienta en una sartén la cucharada de aceite a fuego medio y pon todas las especias. Remuévelas bien.
- Añade el tomate y sal y que se mezcle todo.
- Vierte toda la coliflor con toda su marinadita y remuévelo bien.
- Deja que se cueza a fuego medio-alto unos 10 minutos, hasta que quede bien cremosito.
- Sírvelo con arroz (si es basmati integral ya triunfas) y hale, a hincharse!
Y tú ¿qué haces con tus latas de leche de coco? Cuéntanos!