Yogurt bark – Casca de yogur

Esta vez os queríamos enseñar un tipo de helado casero super fácil pero del que no teníamos una traducción que nos gustase, porque “bark” es “corteza” (la de los árboles) y, sinceramente, no es muy apetecible, así que hemos tirado de diccionario de sinónimos y hemos encontrado la palabra “casca“, que es viejuna y elegante para un helado, así que nos la quedamos 😛
Nota: este es un post patrocinado por Sojasun. Sí, como lo lees, Sojasun ha vuelto a confiar en nosotros y soltarnos los dineros para que hagamos la embestigaceon cosas chulas, nos ha mandado un montón de productos, les hemos hecho de todo y este es uno de los experimentos que han quedado guay. Todo lo que leerás son nuestras palabras y nuestras opiniones (y nuestra receta), y si hemos decidido publicarlo es porque merece la pena.
¿Qué es un bark?
Casca, hemos quedado en que lo llamaríamos “casca”. Bueno, pues es un tipo de dulce (alguno habrá salado, pero suelen ser dulces) que se hace formando una placa fina y solidificada de algún ingrediente (por ejemplo chocolate) con cosas (comestibles) por encima y que se rompe de forma aleatoria (se puede cortar, pero tiene menos gracia) para proporcionar bocados individuales.
Cuando el ingrediente “base” no solidifica a temperatura ambiente, como el yogur, batido de frutas, etc., se congela durante unas horas y se toma helado.
Al ser una capa fina, se deshace en la boca casi al momento. Ya le ves la gracia, ¿verdad?
Es otra forma de hacer (y comer) helado que, si no la has probado, ahora te enseñamos a hacerla, porque es muy fácil.
¿Qué necesito para hacer el bar…¡casca! ¡he dicho casca!
Muy bien, muy bien, se nota que prestas atención.
Pues nosotros te recomendamos que primero tengas un congelador. Porque vamos a hacerlo de yogur helado. Sin congelador no sale. No, no se puede hacer en la air-fryer.
Y segundo, una bandeja de horno, molde o similar, de buen tamaño, que te quepa en el congelador. Ah, y sitio en el congelador para poder poner la bandeja en horizontal, entera, sin doblar, sin bolsas de guisantes encima, etc.
Aunque se puede hacer en moldes pequeños, la verdad es que no mola luego sacarlo y tener para 2 bocaos. Por eso es mejor una bandeja que ocupe el máximo posible de tu congelador (o alguno de los cajones de tu congelador). Nosotros hemos cogido una bandeja de asar que nos cabe justa.
Cuando tengas estas dos cosas, podemos seguir 😉
Ingredientes
1 Yogur griego Sojasun Greek Style 400 g
Fruta de temporada y/o congelada (la que quieras, nosotros hemos usado medio melocotón fresco y un puñado de frutos del bosque congelados)
Opcional: frutos secos pelados (pipas de girasol, anacardos, almendras, nueces… le dan un toque guay. El nuestro no tiene porque nos los comimos antes de hacer la receta y fotografiarla).
Opcional también: azúcar o endulzante para el yogur. Por si quieres que esté tan dulce como los yogures comerciales.
Hemos probado a hacer casca de yogur helado con yogur natural Sojasun Bífidus, el natural griego Sojasun y el High Protein Natural. Con el natural queda muy terroso, con el high protein demasiado duro, pero con el griego queda genial. En serio, hacednos caso, que para algo comprobamos las cosas varias veces antes de subirlas .
Procedamos
Como no queremos que te pierdas en las instrucciones, hemos hecho un vídeo:
Si no ves el vídeo, está en nuestro canal de Youtube, en Instagram y en Tiktok.
Primero vamos a preparar la fruta que vayamos a usar. Si son frutas medianas o grandes, como melocotones, nectarinas, melón, etc., pélalas y trocéalas primero. Mejor en trocitos pequeños, que si no después son mazacotes con yogur.

Esta es la única fruta que hemos pelado y troceado porque el resto eran frutas del bosque congeladas, pero aún así a las frambuesas frescas (que teníamos 4 contadas) les dimos un cortecillo por la mitad.
Una vez tengas todo troceado, coge tu yogur griego Sojasun, ábrelo y bátelo bien con unas varillas pequeñas o con una cuchara. Cuanto más sedosa quede la textura, mejor. Si no haces esto, el yogur no estará homogéneo al ponerlo en el molde y tendrás partes con más agua y partes con menos. También se distribuirá irregularmente. Así que un par de minutos como mucho dándole caña y ya lo tenemos.
Si lo quieres bien dulce, añade el azúcar o endulzante en este paso y bátelo bien todo junto.

Coge tu molde o bandeja de horno y ponle una capa de film transparente cubriendo el fondo y un poquito los lados. Si tienes una esterilla de silicona que encaje justa, pues mira, mejor. Si no tienes film, puedes usar papel de aluminio, pero procura que no queden arrugas (se queda pegado el yogur y no veas luego para quitar todos los trocitos).
Vierte una parte del yogur (ya añadiremos más si hace falta) sobre la bandeja con film y con ayuda de un cuchillo plano, una espátula de repostería o lo que tengas, ve extendiéndolo por todo el fondo de la bandeja. ¿Has visto qué textura más guay? Eso es por batir el yogur. De nada.

Tiene que quedar una capa fina pero sin agujeros o “calvas”. Que no se transparente y se vea el fondo. Si la haces demasiado fina después será difícil de coger y se deshará rápido. Y no es plan, aquí queremos la experiencia completa con “derretido en tu boca, no en tu mano”.
Si hace falta, añade más yogur. Nosotros usamos el 75% del envase de 400 g (más o menos), y lo que sobró nos los comimos allí mismo.
Cuando esté bien extendido, añade las frutas. Puedes añadir más de las que hemos puesto nosotros, ¿eh? Y frutos secos, chocolate y lo que quieras, no te cortes. Bueno, ponle solo cosas que te comerías con el yogur y el resto de ingredientes, que nos conocemos.

Cuando hayas acabado de poner la fruta, tápalo con film, papel de aluminio, silicona, una tapa… lo que tengas y que cubra el molde o bandeja (sin tocar el yogur y las frutas). Así evitaremos que coja sabores rarunos, por ejemplo.
Y nada, ya está listo para congelar.
Mételo tal y como está, en horizontal, que no esté muy inclinado porque si no se nos caerá la fruta hacia el lado inclinado. Déjalo mínimo 6 horas antes de servir.

Para servirlo, sácalo del congelador y déjalo caer sobre la mesa un par de veces (o tres), que se partirá solito por varios sitios. También puedes partirlo tú a mano, que está super crunchy.
Pon los trozos en un platito y ¡a comer!
Recuerda que si te has perdido (aunque es imposible, esto ya es muy fácil para quienes nos seguís) puedes ver el vídeo de la receta en nuestro canal de Youtube, Tiktok o Instagram.

Prueba a hacerlo y nos cuentas! 🙂
Pero… yo tengo una duda
Claro que sí, es normal, vamos a contestar a las más frecuentes.
¿Tiene que ser con yogur griego vegetal?
Sí. Explicamos más arriba que con las otras variedades de yogur vegetal no queda igual y que el griego de Sojasun es el que mejor resultado nos ha dado.
¿Tiene que ser con yogur?
Bueno, a ver, se llama “yogurt bark” o “casca de yogur”, ¿pensabas hacerlo, no sé, con ramen?
¿Y si quiero usar otras frutas?
Pues tú ponle las que quieras. Siempre en trocitos pequeños y preferiblemente peladas.
¿Y le puedo poner…?
Ponle lo que quieras, te guste y te apetezca. Queda bien con pepitas de chocolate, con anís (semillas, no un chorro de anís del mono), con algunos trocitos de hoja de menta o hierbabuena…
¿Y si quiero mezclar sabores?
Buena pregunta. Puedes usar extractos o esencias alimentarias (como la de vainilla, que es la típica) mezclados con el yogur. Pero si además quieres meter otros colores, tienes dos opciones buenas: fruta triturada (solo fruta pelada y troceada) o postres de sabores Sojasun, que hay de unos cuantos. Nuestra recomendación es que al menos el 50% de la base sea el yogur griego y lo mezcles (no hace falta que sea del todo, para que se vean líneas de colores) con los otros yogures vegetales. Te recomendamos los de fruta con pulpa, que tienen más sabor y congelan mejor, pero puedes usar los de fruta con trozos añadiendo cucharaditas también.
¿Cuánto dura congelado?
Un par de semanas, seguro. Lo suyo es que lo hagas para comer al día siguiente o en la misma semana, es difícil que te sobre algo y el espacio del congelador seguro que te viene mejor para otras cosas.
Si se tira mucho tiempo congelado puede quedar muy duro, y las frutas arenosas o ásperas (o secas casi del todo).