Verduras en papillote: la super técnica
Lo sonoro de “papillote” no le quita protagonismo a las verduras, prometido.
Si hay algo que mola son las verduras asadas. Claro, que muchas veces quedan un poco secas para nuestro gusto y molarían más al vapor, pero al vapor no se doran… ¿Entonces qué hacemos? ¡Pues en papillote y al horno!
Cómo funciona esto
Pues es muy fácil. Envolvemos verduras con papel para hornear o papel de aluminio y las metemos al horno. Como están protegiditas, no se resecan, y como no dejamos salir vapor (apenas o nada), se hacen al vapor. Es un tipo de brujería muy avanzado que ahora está al alcance de tu mano
Hagamos verduras en papillote

Lo primero es coger verduras. Verduras, hortalizas y hongos, todo vale. Elige todas las que se hagan al mismo tiempo (no metas patata con calabacín por ej) o que queden al dente a la vez. Nosotros hemos cogido uns floretes de coliflor, otros de brócoli, 4 setas, medio calabacín, una zanahoria, medio pimiento rojo y medio verde. En total unos 400 g. No hace falta que lo peses ni nada de eso, puedes meter la cantidad que te dé la real gana, pero ya que pones el horno pues haz un poco más.
Lo segundo es cortarlas en trozos más pequeños. Lo suyo es cortarlas en bastones medianos o finos porque así se hacen antes, pero puedes hacerlas del tamaño que quieras.
Y lo tercero es precalentar el horno, que ya se te habrá olvidado. Ponlo a 180ºC con calor arriba y abajo.
Bien, ahora que tenemos las verduras lavadas y cortadas, las ponemos en papel de hornear. Un trozo en el que quepan y se pueda cerrar el paquetito.

Si el papel no cierra por alguno de los lados tienes dos opciones: quitar verduras o poner otro papel más. Lo que quieras. Lo importante es que quede cerrado para que las verduras se hagan en el vapor de sus jugos.
Ponles un poquito de sal, si quieres una pizca de aceite de oliva y unas hierbas o especias para que queden más buenas aún, o unas rodajitas de limón, que también quedan genial.
Cierra tu paquete como quieras, haciendo un cuadrado, como un caramelo o como sea. El caso es que quede cerradito.

Ponlo en la bandeja de horno y ásalo unos 40 minutos, hasta que las verduras estén tiernas (las puedes pinchar con un tenedor para comprobarlo). El tiempo dependerá del tamaño y tipo de verdura que hayas usado. Cuanto más pequeños los trozos, antes se hacen.
Y ya está, abre tu paquetito y ¡a comer!

¿Has visto qué fácil? Y así quedan las verduras: asaditas y a la vez tiernas como hechas al vapor. Una jugosidad increíble.

Así da gusto comer verduras 🙂
Y encima tiene algo mejor: que al microondas son unos 8 minutos a máxima potencia. No queda asadito como en el horno, pero ¿y eso que te ahorras? Además no necesitas estuches ni recipientes específicos. Mételo en un plato al microondas a potencia máxima y comprueba cómo van después de 8 minutos. Si hace falta ponlas 1 minutillo más, a tu gusto.
¿Sabes lo que puedes hacer? Meter las verduras con el papel en un táper y llevártelo al trabajo. Allí solo tienes que meter el paquetito al microondas, y si son menos verduras y cortadas más pequeñas, serán menos minutos.
Este método de cocción es muy chulo porque permite cocinar las verduras con una pérdida mínima de nutrientes y de sabor. Es de las mejores formas de saborear y apreciar cada verdura, además de ser fácil y rápido (al microondas desde luego).
Coge el papel de hornear y haz algo útil que no sean galletas 😉
