¿Cúrcuma fresca? ¿Qué hago con ella?
Cúrcuma por todas partes. Cúrcuma para el arroz, cúrcuma para la quinoa, cúrcuma para las bebidas… La tenemos hasta en la sopa. Y lo que siempre habíamos conocido como polvillos amarillos con poco sabor (y muy colorantes) ahora es fácil encontrar fresco. Y pasa desapercibido porque se parece un montón al jengibre, aunque no sea lo mismo.
Embed from Getty ImagesLa cúrcuma (Curcuma longa) es una planta de tamaño mediano, herbácea, cuyas raíces son rizomas que se parecen un montón al jengibre. Pero en lugar de ser amarillos o blanquecinos, son anaranjados.
Aunque es nativa del suroeste de India, se cultiva en un montón de sitios, siempre con climas más bien cálidos y húmedos. En España también se cultiva, de hecho en Castellón hay cooperativas agrícolas que tienen plantada cúrcuma y no veas lo bien que crece por esa zona.
¿Por qué está en todas partes?
Porque se puso de moda hace unos años. Antes solo la podías encontrar en tiendas árabes, indias, asiáticas en general y sitios así, porque en otras regiones del mundo se usa desde hace muchos siglos como especia.
Aquí entre Pinterest, Instagram y otras redes sociales llenas de cosas amarillas como la golden milk, pues rápidamente adaptamos esta especia a nuestras costumbres y ahora es normal que la gente la use hasta como colorante para la paella.
También se han difundido muchas super mega propiedades diciendo que la cúrcuma es la panacea para todo…
¿Es la panacea?
No. Cuando te venden algo como “la panacea”, te están mintiendo. Ojalá existiese, pero no. Y la cúrcuma es otro de esos casos de “alimentos milagrosos que no lo son tanto”. Eso sí, ahora se estudia el potencial antioxidante de la curcumina (su compuesto estrella) para ver si nos sirve de algo, y por ahora los pocos estudios que hay apuntan a que puede ser que sí.
La cúrcuma pura en polvo tiene la mayor concentración de curcumina, alrededor del 3,14% (en peso). En la fresca, unos 150mg por cada 100 g (1 cucharadita de cúrcuma fresca rallada o picada son unos 5 gramos, que serían 7,5 mg).
Para que se absorba mejor, se recomienda comerla junto con pimienta, por la piperina que contiene.
Aún así, el poder antioxidante de la curcumina está aún estudiándose. No hay un porrón de estudios, pero los pocos que hay indican que sí puede ser un buen antioxidante. Eso sí, no te olvides que antioxidantes hay en un montón de alimentos vegetales, y en buenas cantidades. Por ejemplo:
- Vitamina C: pimientos (sobre todo rojos), acerola, grosella negra (casis), kale, perejil, cilantro, naranja, tomates secos, brócoli, kiwi, coliflor verde, coles de bruselas…
- Vitamina E: mantequilla o crema de cacahuete, aceite de girasol alto oleico, aceite de lino, aceite de oliva, pipas de girasol, almendras, avellanas, piñones, avena, tofu, clavo de olor, pimentón…
- β-carotenos: pimientos rojos, zanahorias, hojas de parra, boniatos, kale, espinacas, calabaza, acelgas, grelos, hojas de remolacha, perejil, cilantro, lechuga…
(hay más antioxidantes pero no los vamos a poner todos, solo era un ejemplo)
Vamos, que si comes frutas, verduras, hortalizas y legumbres, tienes antioxidantes variaditos a cascoporro.
Por cierto, que se usa también en la industria alimentaria como el aditivo E-100.
Vale, que os liáis, ¿qué hacemos con la cúrcuma fresca?
Respuesta simple: lo mismo que con la seca.
La verdad es que puedes hacer con ella lo mismo que con el jengibre, pero teniendo en cuenta que tiene un sabor mucho más fuerte y que tiñe todo lo que toca.
Primero vamos a verla de cerca, porque igual lo has visto por ahí y no te has dado cuenta:
Suelen ser rizomas más pequeños que los del jengibre, más oscuros, anaranjados y con rayas visibles. De precio suele ser un poco más caro que el jengibre.
Cuando lo cortas parece como un extraño cruce de zanahoria y jengibre, que huele super bien, pero mucho más fuerte que la cúrcuma seca. Ahí está su atractivo.
¿Quieres darle super sabor a unas legumbres? Ralla un poquito de cúrcuma y échaselo.
¿Quieres hacer un risotto super aromático y amarillito? Ponle cúrcuma fresca rallada o picada con el cuchillo.
¿Te apetece un té, un batido o una infusión con color amarillo y sabor fuertecillo? Un par de rodajillas finas al líquido.
Para cosas dulces también te sirve, igual que el jengibre, el clavo o el cardamomo.
Cómo darle caña
Coge un cormito, lávalo bien, pela un trocito raspando con una cuchara (o con un cuchillo), igual que el jengibre, córtalo y pícalo o rállalo. Todo esto en el momento de usarlo, que si no se le va el aroma rapidito.
Lo que te sobre, lo envuelves en film transparente y a la nevera.
¿Y qué hago con tanto?
A ver, lo primero es comprar solo lo que vayas a usar, pero si viene ya envasado, es fácil. Un trozo a la nevera, y el resto al congelador (en un tupper o similar). Si lo prefieres, puedes rallarlo todo y congelarlo en cubiteras (tapadas, eso sí). Después no hace falta descongelar si es para un guiso, una sopa o cosas así con caldo calientes que vayan a estar un rato cocinándose.
Si lo has dejado por ahí en la cocina, pueden pasar dos cosas: que se te reseque y se quede apergaminao, o que le salgan tallitos con hojillas. Si te salen hojillas, plántalo en una maceta grande. La planta se hace de 1 metro y son hojas rectas. Queda bonita. Y después tendrás tu propia plantación de cúrcuma 😉
Ejemplos con cúrcuma
Te dejamos algunas recetas en las que hemos usado cúrcuma en polvo, pero puedes usar la fresca (misma cantidad o un poquito más, al gusto):