Lasañables: pimientos
Lasañable: que se puede hacer en lasaña.
Esta clasificación de alimentos es totalmente inventada, eh? no la uses en tus próximos trabajos sobre nutrición 😛
La gran ventaja de las lasañas es que son super fáciles de hacer: solo tienes que poner capas de relleno (lo que te dé la gana) y pasta (u otras cosas) y hale, ya lo tenemos. Encima son muy útiles para refrigerar y congelar, porque las podemos cortar en porciones y meter en tuppers individuales, congelar y después tener lasaña para cuando no tengamos tiempo o ganas de cocinar. Todo ventajas.
Pues lo que viene a decir la clasificación es que hay alimentos que tienen ciertas propiedades que los hacen ideales para este tipo de preparaciones.
Hoy os vamos a enseñar lo lasañables que son los pimientos asados caseros, y para ello primero vamos a asar unos cuantos.
Como en el horno caben más cosas, pues llenamos la bandeja hasta arriba con todo lo asable: pimientos, cebollas, calabacines, berenjenas… ya que pones el horno, ¡aprovéchalo bien!
Hemos tenido las verduras 45 minutos a 200ºC para que se asen bien. Se pueden dejar más tiempo si las quieres más blanditas aún, pero con ese tiempo salen perfectamente hechas:
Puedes asar los pimientos que quieras, morrones o italianos, rojos, verdes o amarillos. Nosotras hemos puesto uno de cada para que nos salga una lasaña más colorida.
Y para pelar los pimientos asados, un truco:
Mientras están calientes, mételos en una bolsa o un recipiente bien cerrado y déjalos hasta que se templen. El propio vapor que sueltan irá despegando la piel y solo tendrás que tirar de ella para quitarla:
En unos minutos tendremos bien pelados nuestros pimientos y listos para usar.
Y ahora que tenemos los pimientos asados y pelados ¿qué hacemos?
Pues podemos comérnoslos tal cual, usarlos en otros platos, guardarlos en la nevera (en un tupper bien cerrado te duran 3-4 días) o hacer una lasaña rápida y super fácil con ellos. A eso hemos venido, ¿no? a explorar las propiedades lasañables de los pimientos.
Podemos hacer lasaña con los pimientos asados de dos formas:
❶ Utilizando los pimientos como placas de lasaña: preparas tu relleno, por ejemplo de soja texturizada fina y verduras, y en lugar de utilizar placas de pasta pones los pimientos cortados en tiras.
❷ Utilizando los pimientos como relleno: en lugar de cocinar un relleno, usamos directamente los pimientos, cortados en tiras o picados, separados por placas de lasaña.
Para que sea más fácil y rápido, vamos a usar los pimientos como relleno.
Coge un molde alto para tu lasaña, pon una capa de pasta de lasaña precocida, de las que no necesitan cocción (que también hay sin gluten) y encima de ella, una capa de pimiento cortado en tiras. Echa también el juguito que suelta, así estará más bueno y ayudará a que se hagan bien las placas de pasta.
Échale un poquito de sal, que no nos quede soso. Y así hasta que acabes con los pimientos.
¿Y para terminar?
Si asaste calabacines, genial. Bate un calabacín con la batidora y viértelo por encima. Esto hará nuestra bechamel. Si en lugar de calabacín tienes berenjena asada, también vale. Saca la carne de la berenjena con una cuchara y bátela con la batidora con una pizca de sal y un poquito de nuez moscada y ¡ya está!
Que tampoco vamos a poner ningún impedimento si quieres hacer una bechamel, pero es que así es más rápido y aprovechamos más verduras asadas.
¿Que lo quieres más rápido aún? En lugar de placas de pasta pon tiras de calabacín. Es muy fácil, coges un calabacín finito y lo cortas a lo largo con el pelador de verduras. Usa estas tiras a modo de pasta de lasaña. Como el calabacín se puede comer crudo, puedes zamparte la lasaña sin pasar por el horno 😉
Como nos gusta mucho que las cosas salgan super sabrosas, le pondremos por encima levadura de cerveza desamargada o levadura nutricional, y al horno. Es suficiente con 15-20 minutos a 200ºC.
Ya tienes tu pedazo lasaña lista para comer, cortar, guardar, refrigerar o congelar.
Pues ya estaría. Super fácil, ¿verdad? ¡Cógete una bandeja de horno grande y asa tus hortalizas ya mismo!