Convertimos una cabeza de ajos en un topping crunchy
Hoy hemos tenido una conversación con unas cabezas de ajos que estaban ahí colgando tristes. Nos decían que ya no las quieren tanto como antes, que no las compran mucho, y que otras veces las dejan abandonadas hasta que se resecan. Que la gente ahora adora a otro dios: el ajo en polvo. Y claro, teníamos que hacer algo.
Así que hemos dicho, ¿qué se puede hacer con ajos que no sea all i oli y que esté que te cagas? ¡Ajitos frititos! Pero no unos ajos fritos cualquiera, no, unos ajos que puedas echar a una ensalada, a un bocata, a una sopa, a una crema o a lo que te dé la gana (incluso echarte un puñadito a la boca).
No te quedes ahí pensando que pos vaya cosa. Vete a la cocina y mira si tienes ajos. Y si no tienes, compra. Y si ahora no puedes, te lo apuntas para mañana.
Lo primero que vamos a hacer es pelar una cabeza de ajos enterita. “Buaaaaaah, qué rolloooooo” <– no tiene ni idea. Hazlo así:
Funciona. De verdad. No es un truco de mierda. Tú coge un cuchillito (o apúntalo para comprarlo) y prueba. Igual alguno te sale regular, pero verás qué magia más poderosa es ese truco.
Bueno, seguimos. Como te habrás emocionado sacando dientes de ajo, entiendo que ya tienes una cabeza entera pelada, o incluso algo más. Perfecto. Ahora pícalo todo. Coge un cuchillo grande, de los buenos, pon los ajos en fila de a dos o de a tres y tú ve cortando lonchas. No te preocupes por la forma ni el tamaño.
Agrupa tus trozos y pícalos de nuevo, así un par de veces más hasta que queden trocines más o menos del mismo tamaño. No los hagas minúsculos, que se queman. Piensa que también reducen.
Ahora coge un cazo, el de la leche te vale. Si es antiadherente pues mira qué bien. Pon bastante aceite porque todo ese ajo picadito tiene que nadar en aceite. Nada de un chorrito, un buen chorrazo de un aceite de oliva virgen que te mole. Yo he usado unos 400 ml para una cabeza de ajos normal. No llores, no vas a tirar el aceite.
Bueno, ponlo al fuego, a fuego medio. Cuando veas que se calienta, echa todo el ajo picadito y baja el fuego. Hará un montón de burbujitas y eso.
Coge un plato y ponle un par de trozos de papel de cocina absorbente. Aquí pondremos los ajos cuando estén hechos. Coge también una espumadera de araña para recoger los trocitos.
En este punto estarán dorándose un poquito, puedes menearlos con la espumadera.
Después de 3-4 minutos verás que están flotando en la superficie, que están morenitos y ya no salen burbujitas. Pues ea, apaga el fuego, saca los ajos al papel de cocina y extiéndelos, que no hagan montañita. Deja que se enfríen por completo. Ahora admira el aroma que tiene tu casa.
Ojo a la pinta que tiene esto. Si lo tocas verás que está ligerito y crujiente. Puedes probarlo.
Mételo en un botecito (por ejemplo en uno de especias vacío) y hale, ya tienes. Échatelo en todo, especialmente cuando quieras cosas crujientitas: ensaladas, cremas, sopas, pan con tomate, yo qué sé, en un helado.
¿Y el aceite? Coge un embudo (es eso que antiguamente se ponía en la cabeza la gente cuando se volvía loca) y pasa el aceite del cazo a una botellita vacía. Ya tienes aceite aromatizado con ajo. Sí, claro que se puede reutilizar, ¡si no lo hemos quemado! (porque no lo has quemado, ¿verdad?), el truco está en calentarlo lo justo para freír el ajo y no más. No sabe a aceite reutilizado y está perfecto para usar en crudo (por ejemplo para aliñar o para unas barritas integrales con tomate).
Te quejarás, ¿eh? Te hemos enseñado a pelar ajos a toda leche y a hacer un topping + aceite aromatizado en 5 minutos. Si es que somos lo más.
Corre a hacerlo, venga, que vas a quedar #likeachef 😉
¿Necesitas más instrucciones? Mira el vídeo de Aitor:
Me reafirmo otra vez (qué pesa) eres una crack; hay que serlo para explicar tan bien, no dejarte ninguna variable extraña por el camino (neuronas autónomas las hay en todas partes) y a la vez clavar la receta que quieres presentar. Haciendo fácil lo difícil. Y con humor!!! Mi ídola.
jajajaja va a parecer que te pago o que escribo yo estos comentarios xD
Muchas gracias, Angeles!