Cómo hacer una tortilla de patatas sin huevo

Y sin freír las patatas porque el aceite está muy caro.
Hace tiempo os dejamos una receta super facilita para quienes no estéis muy familiarizados/as con el arte de hacer tortillas:

Y hoy ya es hora de hacer una tortilla de patatas sin huevo, que tampoco es tan difícil, vaya. El problema es que los aceites en general, y el de girasol en particular, que es el que mejor queda para hacer las patatas, porque no pica ni da sabor fuerte, está carísimo. Así que mientras estén así de caros no vamos a subir recetas que requieran mucho aceite, como la tortilla o la mayonesa vegetal. Porque no es plan de que una simple tortilla se te suba 2€ de precio por el aceite. Mira, no. Tenemos otras opciones.
Y para quien venga a mimimimi:

Qué necesito
Instrumental:
- Dos sartenes para tortillas de esas que encajan. Si tienes, claro. Si eres principiante y nunca has hecho una tortilla, es la opción más fácil. Las hay muy baratas.
Si ya has hecho tortillas, pues ya sabes. Una sartén y un plato grande llano o un volteador de tortillas.
Nuestra tortilla está hecha con sartenes de 20 cm de diámetro. Si las tuyas son más grandes, te quedará más finita, necesitará menos tiempo de cocción y todo eso. Y si son más pequeñas igual no te cabe la masa.
- Un plato o lo que sea para hacer las patatas al microondas.
- Un recipiente para hacer la mezcla de no-huevo.
- Un tenedor o una batidora para hacer la mezcla.
- Una cuchara para remover.
Ingredientes:
- Medio kilo de patatas de tamaño tirando a pequeño porque así se hacen más rápido.
- 75 g de harina de garbanzos, que ya la venden hasta en ese supermercado que tanto os gusta. Son 4 o 5 cucharadas.
- 20 g de almidón de maíz (maicena), que también lo venden en cualquier parte. Es como cucharada y media o un poco más.
- Un chorrito de vinagre. No hace falta que lo midas, pero como 1 cucharada y media. Vale cualquier vinagre. Pero vinagre, no sirope de cosas con vinagre. El vinagre quita el sabor a garbanzo seco pero no da sabor a vinagre a la tortilla (salvo que eches un montón).
- Aprox. 3/4 de cucharadita de sal. Puñaíto a ojo. Cuidao, que las tortillas tienden a quedar sosas porque en lugar de puñaíto echamos pizca.
- 1 taza de agua (250 ml). Más o menos. Cuando hagas la mezcla, si hace falta puedes echar más.
- Aceite de oliva. El que quieras. No hace falta que sea el mejor Aceite de Oliva Virgen Extra que haya. Es para dorar la tortilla.
Al lío
Hemos hecho un vídeo para que veas que es igual de fácil que cualquier otra tortilla, así que míralo, que ahí está todo el proceso:
(si no ves el vídeo, está en nuestros reels de Instagram y en Youtube)
Bueno, pues como el aceite está carísimo, vamos a hacer la tortilla con patatas al microondas. También vale al vapor, asadas o hervidas, como tú quieras. Pero en el microondas son unos 6 minutos, por eso elegimos este método.
1. Lava las patatas y al microondas 6 minutos a máxima potencia (nosotros las hemos tenido 6,5 minutos a 700W). Lo que tardan depende del tamaño. Para comprobar si están hechas, pínchalas con una brocheta o un cuchillo. Si puedes atravesarlas sin problema, es que ya están.
2. Como queremos terminar la tortilla lo antes posible, templa las patatas poniéndolas en un bol o un recipiente con agua fría. Si tienes hielos, pues también. Solo hay que enfriarlas lo suficiente para poder pelarlas. Que si las quieres dejar para otro momento, pues también.
3. Cuando puedas tocarlas, pélalas y córtalas en rodajas finas. Si se te pegan al cuchillo, moja el cuchillo con agua. Esto es como cuando hacemos sushi, las cosas con mucho almidón tienden a pegarse.
4. Ahora en un recipiente pon la harina de garbanzos, almidón, vinagre y agua y bátelo a mano con un tenedor o con la batidora. Tiene que quedar más líquido que el huevo batido, así que si hace falta echa una pizca más de agua.
Si no añades vinagre, luego no te quejes de que sabe a garbanzos secos.
5. Echa las patatas a la mezcla y remueve bien. Que se mezcle todo. No pasa nada si se rompen, de verdad.
6. Calienta un poco de aceite en una de las sartenes para tortillas (o en la única sartén que uses), extiéndelo bien, ponlo a fuego medio y cuando se caliente echa toda la mezcla.
Procura que no quede tó lo güeno en el centro, espárcelo con la cuchara.
7. Baja un poco el fuego, tápalo y deja que se haga unos 8-10 minutos. No lo hagas al mínimo minimísimo porque no solo tardará mucho, también te quedará como una cosa gomosa.
¿Cómo sé si ya le puedo dar la vuelta?
-> Si los bordes se despegan bien, es que ya se puede.
7. Ponle una pizca de aceite por encima y dale la vuelta con la otra sartén. Si usas una sartén y un plato o un volteador, pon el aceite en la sartén cuando tengas la tortilla en el plato.
8. Pues hale, tapar y otro ratito (7 minutos más o menos) para que se haga por el otro lado.
¿La quieres más doradita? Sube el fuego y hazla un par de minutos más por cada lado.
¿La quieres como la del Lidl? Ponle más aceite. Un buen chorro.
9. ¿Pues ya estaría? Sí y no. Hecha ya está, pero tú quieres que quede riconuda, ¿verdad? Pues deja que repose. Sí, sí, que se enfríe y todo eso. Lo suyo es dejarla un par de horas y luego si quieres te la recalientas al micro, pero pueden pasar más horas tranquilamente.
Cuando se temple, tápala con film y a la nevera.
Pasado el reposito, puedes cortar y probar. Flipas, ¿eh?
¿Quieres sabor a huevo? Ponle sal kala namak por encima.

Preguntas Frecuentes
¿Queda igual si hago las patatas en aceite como toda la vida?
No, claro que no queda igual. Queda mejor. Lo hacemos así por ahorrar.
¿Puedo hacer las patatas [inserte aquí cualquier método]?
No nos tienes que pedir permiso. Hazlo.
Si usas métodos de cocción secos, como el microondas o el horno, quedarán más secas. Si las haces hervidas o al vapor, quedarán más jugosas. Y cuanto más tiempo las hagas, más blandas, así que tampoco te pases porque no queremos que se nos deshagan al intentar cortarlas.
¿Qué hago con las pieles?
Como hemos lavado bien las patatas (porque las has lavado bien, ¿verdad? con estropajo o con un cepillito), te las puedes ir comiendo mientras las pelas. También las puedes tirar, que no tienen ningún nutriente especial ni nada de eso. O compostarlas. O dárselas a tu perro.
¿Por qué con harina de garbanzos?
Porque es amarilla, tiene bastantes proteínas, queda cremosa y, añadiendo el vinagre, no tiene mucho sabor. Las patatas son lo que más sabor aporta, junto con el doradito de la superficie.
¿Y lo puedo hacer con harina de trigo/avena/whatever?
Tú mismo/a. Si te recomendamos la harina de garbanzos es por las características que comentamos, pero eres libre de hacer tus propias mezclas e ir probando.
¿Y la maicena para qué?
Para darle jugosidad y elasticidad a la masa, que solo con harina de garbanzo tiende a resecarse, sobre todo si las patatas no están sofritas en aceite.
¿Puedo usar otra cosa que no sea maicena?
Otro almidón similar: de trigo o de tapioca, o kudzu. Ten en cuenta que todos los almidones no son iguales y que tu tortilla puede quedar blandurria si usas, por ejemplo, almidón de boniato.
¿Y la cebolla, QUÉ?
Pues es que hay que confitarla también, y para eso necesitas bastante aceite. Por eso no la hemos añadido. Pero si tienes por ahí cebolla hecha, sofrita, asada o como sea que te guste, échala a la mezcla.
También vale cebolla frita y cebolla en polvo. Dan saborcito rico.
¿Y le puedo añadir…?
Tú haz lo que quieras, que para eso es tu tortilla. En serio. Las recetas son guías y recomendaciones, después tú te las tuneas como quieras. Salvo que sean cosas muy específicas, puedes variar las recetas a tu gusto.
Hale, ¡a tortillear!